Tras la primera entrada que le he dedicado a Things3 y GTD® hace unos meses, llega otra para darle una vuelta de tuerca.
No es fácil mantener la simplicidad de la esencia. Los seres humanos tenemos una tendencia a la sobre-complicación terrible. Y yo no voy a ser menos.
Un error muy común cuando se trata de configurar una aplicación como gestor de listas es adaptar la metodología a la misma, y no al contrario. Ese intento infructuoso por aprovechar cada funcionalidad y detalle para buscarle utilidad.
Sin embargo, es una búsqueda sin sentido. Y el resultado, al menos en mi caso, no es el esperado.
En esta revisión trato de alejarme de la complejidad y abrazar la simplicidad.
P.D. 2020: Incluso en mi nueva entrada en Mayo 2018 he caído en el mismo error aunque en menor medida. Sigo creyendo que se trata de una buena entrada, pero eliminaría totalmente de la ecuación el uso de etiquetas (y por tanto de las secciones fijas de la aplicación) y me centraría única y exclusivamente en las listas. Si tratas de aplicar la metodología con Things3 espero que ambas entradas (con sus luces y sombras) y estos comentarios posteriores iluminen tu camino. Que la fuerza esté contigo.
13 de mayo de 2018
Conversamos sobre qué es un barrido mental y qué beneficios aporta.
Como sabes, uno de los requisitos clave para disfrutar de la productividad sin estrés se basa en no utilizar tu cerebro como gestor de recordatorios. Es tremendamente ineficiente e ineficaz, y fuente de estrés y olvidos.
Una herramienta muy recomendable para liberar tu cerebro de cabos sueltos que se han ido acumulando es el barrido mental. Un momento auto-dedicado para llevar a cabo «una batida» en tu mente y exteriorizar todo aquello que se te ocurra, sin evaluar su potencial valor. Un par de minutos o tres, sin pretensiones. Es muy liberador.
Y te brinda además la oportunidad de poder evaluarlo en más detalle después, descartar lo que carezca de valor y tomar las riendas al respecto de lo que sí tenga un valor para ti.
Una práctica muy sana y recomendable que merece la pena incorporar a tu vida.
4 de mayo de 2018
En esta ocasión el podcast de Aprendiendo GTD nos brinda la ocasión para conversar sobre seis bloques-tipo de aplicaciones que entendemos necesarias para poder hacer una gestión completa de todo nuestro ecosistema:
Una aplicación de calendario, una de tareas para gestionar listas, otra para gestionar notas, y una más para para gestionar almacenamiento (archivos, en la nube). Como añadidos, una aplicación para gestionar contactos y otra para gestionar el tiempo que dedicamos a ejecuciones o proyectos concretos.
Una conversación sobre aplicaciones productivas muy amena, como casi siempre que entra la tecnología de por medio.
7 de marzo de 2018
En este episodio del podcast Aprendiendo GTD conversamos —indirectamente— con algunos de nuestros oyentes.
Nos han dejado varias consultas por diferentes vías —Telegram, email, audios— y, dado que hemos dado nuestra promesa, dedicamos un episodio a resolver todas estas dudas. Son dudas además comunes, por lo que es de esperar que muchas personas las compartirán y también les serán de utilidad las respuestas.
¿Te animas a enviar también la tuya?
Ninguna quedará sin respuesta. En cuanto juntemos unas cuantas volveremos a la carga con un segundo episodio de estas características. Y si se demora, haremos un hueco en algún otro para resolverla.
Recuerda que con las dudas, tuyas o mías, aprendemos todos.
18 de diciembre de 2017
Qué frase: Si te paras, que sea para pensar. Motivadora y al tiempo un poco ridícula, porque si estás pensando no te has parado. No solo eso, sino que quizá estés avanzando más de lo que crees.
Qué poca importancia le damos a esto, y cuánto daño nos hace no tenerlo presente cada día de nuestras vidas. Nuestra firme creencia que relaciona avanzar con hacer, nos lleva a querer hacer más y pensar menos. Pensar no es trabajar, pensar no nos hace avanzar, pensar nos retrasa, si estás pensando no haces. Frases comunes, erradas.
Todos nuestros grandes logros a nivel personal y colectivo han comenzando pensando. Se han definido pensando, se han reconducido y se han dirigido hacia su meta pensando.
A la contra, ese proyecto que has abandonado en el momento que has decidido que no te aporta nada, lo has abandonado cuando te has parado a pensar. Y seguro que en muchas ocasiones, si hubieras pensado antes te habrías ahorrado mucho tiempo invertido sin retorno alguno.
Sabes que es así. Definir lo que quieres o debes hacer, el cómo hacerlo, o —no menos importante— lo que no quieres hacer, marcará tu camino. Sin esto, no hay camino, solo un mar inmenso de posibilidades en el que acabarás perdiéndote. Así que ya sabes, si te paras que sea para pensar.
21 de noviembre de 2017