Simplemente una cita:
Lo más importante de la comunicación es escuchar lo que no se dice. — Peter Drucker
Si la tienes en cuenta una sola vez, habrás amortizado mil veces esta lectura. Y probablemente no puedas dejar de tenerla en cuenta nunca más.
Simplemente una cita:
Lo más importante de la comunicación es escuchar lo que no se dice. — Peter Drucker
Si la tienes en cuenta una sola vez, habrás amortizado mil veces esta lectura. Y probablemente no puedas dejar de tenerla en cuenta nunca más.
10 de noviembre de 2023
La tendencia es eso que siempre desaparece.
Llega, crece y se consolida. Y cuando lo hace desaparece para convertirse en una nueva norma. O no crece lo suficiente y comienza a decrecer hasta desaparecer por completo. Siempre termina por desaparecer de un modo u otro.
Pero eso no le resta importancia.
Más que la tendencia en sí es importante el modo en que nos relacionamos con ella. Y lo hacemos de diferente manera en cada una de sus fases.
Cuando llega, todas esas personas que ven reafirmadas sus creencias o gustos en ella la apoyan y propagan. Son pocas, pero en ocasiones suficientes para que su fuerza de haga oír. Y en ocasiones consiguen que crezca hasta que llega a la masa.
Hasta ese momento pocas personas consideran enfrentarse a ella. Ni siquiera quienes la aborrecen consideran que merezca la pena hacerlo. Aún representa un mensaje minoritario y la infravaloran, confiando en que muera por sí misma.
Pero cuando llega a la masa todo cambia.
Entonces la tendencia comienza a propagarse a toda velocidad y sus detractores crecen, pero pocos lo hacen de un modo público y relativamente agresivo. Una corriente fuerte puede arrastrar cualquier cosa pequeña que se interponga a su paso, así que el riesgo es elevado.
Algunos reúnen el valor para hacerle frente, y otros simplemente la utilizan para llamar la atención nadando contracorriente. Y en casi todos los casos se ven arrollados o ignorados por la masa.
Si decides ponerte en medio deberías conocer el riesgo que asumes. La masa es casi imparable, pero aún hay quien piensa que defender lo que cree bien merece ese riesgo.
Y si nadie la frena se consolida. Cuando lo hace se arraiga socialmente, y vencerla es prácticamente imposible. Pero todo cambia con el tiempo y las condiciones adecuadas, y ese arraigo social no es diferente. Sin una base sólida se debilitará a cada choque con la realidad. Si tienes paciencia quizá puedas asistir a una batalla de titanes, pero para eso necesitarás crear algo.
Solamente una nueva tendencia puede crear el impacto social necesario para cambiar lo que otra ha creado.
9 de noviembre de 2023
Más que interesante reflexión de María Luisa de Miguel en LinkedIn donde menciona una serie de tres artículos (que comienza con este) relacionados con la proximidad en la era digital.
Tras ya bastantes años trabajando en remoto y gestionando algunas comunidades en línea de diferentes tamaños, esos artículos han llamado poderosamente mi atención.
No cabe duda de que ese concepto de proximidad se facilita en las interacciones en persona, pero en mi opinión no es necesariamente dependiente de esa circunstancia. En el mundo digital, ya de por sí desaventajado, es aún más necesario si cabe facilitar un entorno en que quepa la suficiente intimidad para cultivar confianza.
Puede hacerse, porque de hecho se está haciendo.
Por supuesto no resulta tan sencillo ni es exactamente lo mismo. Pero ocurre, con sus virtudes y defectos, con sus puntos fuertes y débiles.
Un debate aparte es el de las redes sociales, esos lugares en que el entorno que facilita que ocurra jamás ha existido. Tal como las entendemos la mayor parte de personas, no son privadas, ni íntimas, ni facilitan la generación de confianza entre individuos. Son los lugares en que «todo el mundo está» (identificado o no). Un mapamundi digital, con acceso a todo y a todos.
Que todo eso ocurra es precisamente el indicador que determina que hacemos un mal uso de ellas.
La confianza aparece en los círculos íntimos y seguros. En la mesa de la esquina de cualquier café en Nueva York, pero no en la exposición extrema de la Quinta Avenida. El escaparate global es ideal para buscar, para situar a esas manadas con que te identificas, pero jamás para quedarte si lo que buscas es cultivar relaciones.
8 de noviembre de 2023
El desacuerdo tiene, desde el punto de vista del aprendizaje, uno mucho mayor que el acuerdo.
Generalmente es lo que nadie busca. Las redes sociales se llenan de corazones, estrellitas y pulgares hacia arriba cuando alguien expone algo en lo que crees.
Es fantástico. Refuerza el sentimiento de pertenencia, te permite mostrar al resto que tú también te subes a ese barco y, como seres sociales, eso te resulta muy gratificante. Y si la idea compartida es tuya, recibir todo ese feedback positivo es el combustible que te anima a compartir una y otra vez.
El extremo opuesto se lleva mucha menos atención.
Algo que no encaja con tus creencias, el desacuerdo con lo que ves o escuchas, suele generar indiferencia y el intento de transición rápida a cualquier otro asunto que te gratifique.
Pocas personas lo miran con atención, tratando de comprender el razonamiento tras esa postura que no comparten.
Las que lo hacen aprenden más. Adquieren la capacidad de ver el mundo de un modo diferente, mucho más rico, abierto y diverso. Les ayuda a mirar de una forma diferente, y a estar siempre dispuestas a enriquecer su visión con la otros.
Existen pocas habilidades más enriquecedoras que aprender a observar y admitir todo lo diferente como una oportunidad de aprendizaje.
7 de noviembre de 2023
Los había. O esa era la idea. En el mundo industrial todo debía seguir unas pautas y los manuales constituían el medio perfecto para garantizar que dispusieses de ellas.
Ya que hace tiempo aún no era posible programar robots para hacer exactamente lo que se les diga y del modo que se les diga, se buscaba mano de obra adiestrada para hacerlo.
Hoy esto ha cambiado en la mayor parte de situaciones.
Aún esperas que existan manuales y procedimientos para llevar un avión de un lugar a otro y no sea el personal de cabina el que haga lo que se antoje, sobre todo cuando vas a subirte a él. O que existan en McDonald’s para garantizarte una buena experiencia estés en Madrid o en Orlando.
Pero cada día son más las situaciones que te obligan a enfrentarte a la incertidumbre con las manos vacías.
Sin embargo, para fortalecer tu confianza ante lo desconocido y maximizar tus probabilidades de éxito aún hay cosas que puedes hacer. Y eso que puedes hacer consiste en mejorar tus conocimientos y habilidades para enfrentarte al cambio.
Aún podrás utilizar algunos manuales en ocasiones, pero cada vez menos. Mucha gente se aferra a ellos y sigue utilizándolos aunque carezca de sentido, pero tú eres mucho más inteligente que eso.
6 de noviembre de 2023
No lo matará. La IA matará algunas cosas, no todas.
Si eres una persona que realmente sabe lo que hace, es posible que ya estés utilizando la Inteligencia Artificial para algunos asuntos. Y si eres una persona que realmente sabe lo que hace, lo más probable es que antes de hacerlo hayas determinado para qué es admisible que puedas utilizarla y en qué aspectos te beneficia.
Nos acompaña. Ya está aquí. Resulta absurdo tratar de negarla y también resulta absurdo someterse completamente a ella.
En los centros de educación (en unos más que otros) han comprendido que el conocimiento está en todas partes y lo realmente útil no es tratar de replicarlo, sino aprender a utilizarlo.
Determinados sectores académicos tratan de mantener una lucha que no pueden ganar contra la IA, porque sus alumnos la utilizan para hacer en quince minutos (probablemente mejor) aquello que antes podría llevarles varias horas. Quizá podrían sustituir el «haz este trabajo sin IA» por «entrégame el mejor trabajo que la IA (y tus capacidades) te permitan».
El juego sería diferente y todos volveríamos a jugar al mismo.
La IA matará los blogs. Algunos. Matará esos blogs robóticos que ya parecían estar escritos por Inteligencia Artificial antes de que la gente hablase de ella. Pero no todos. Matará esos que solamente buscan posicionamiento porque el posicionamiento ya no funciona igual, esos que explican algo de forma idéntica a como lo explican mil lugares más y esos que no encierran ningún tipo de valor emocional más allá de lo que la IA ya puede hacer.
Matará todas aquellas aquellas cosas que no suponían un esfuerzo, dedicación o dolor que les imprimiese un sello único, porque cualquiera podría hacerlas.
La IA matará muchas cosas y resultará muy útil para otras. Quizá deberíamos comenzar a utilizarla para todo aquello que no sepamos hacer mejor que ella. Y, sobre todo, valorar más aquello que ellas no puede hacer mejor.
5 de noviembre de 2023
Zeynep Ton dice que «los líderes empresariales pueden elegir cómo dirigir su empresa».
Y dice más:
«Pueden optar por ver a las personas, a los empleados, como un coste que hay que minimizar, invertir muy poco en ellos y, por tanto, funcionar con una elevada rotación y todos los problemas que ello conlleva. O pueden ver a sus empleados como motores de crecimiento y rentabilidad, invertir fuertemente en ellos con buenos salarios, fuertes beneficios y diseñar su trabajo para una alta productividad y contribución y operar con baja rotación.»
4 de noviembre de 2023
… Implica mucho más que eso. También implica el objetivo equivocado y las personas inadecuadas.
Es posible que, aún así, puedas aportar mucho. Pero será a costa de un sacrificio y desgaste muy superiores. A costa de un esfuerzo insostenible que irá mermando tus capacidades para dar lo mejor.
Es lo más común. Hemos tenido mucho tiempo para adaptarnos a esta nueva situación, y sin embargo aún queda mucho trabajo por delante hasta que seamos capaces de invertirla.
Para que eso ocurra, un requisito indispensable es que sean las personas las que elijan a las organizaciones en lugar de las organizaciones a las personas. Que dejen a un lado todo lugar equivocado, objetivos que no resuenen con ellas y personas que ansían hacer un viaje diferente, y encuentren el lugar que les corresponde.
Ese lugar las empuja, las empodera, las anima a crecer, a reunirse y a buscar construir. Las anima a contribuir a ese viaje común.
Es necesario que no admitan menos. Y además, es necesario que sean las propias organizaciones las que deseen que esto ocurra. Que busquen un equipo humano con aspiraciones comunes en primer lugar.
Por supuesto desde muchas se entiende esto como una locura. No buscan propósito primero.
Y ese resulta ser el enorme escalón a superar.
Se concentran esfuerzos en buscar parches para mejorar bienestar, cultura y resultados sin acudir a las bases. Las personas adecuadas en el lugar acertado no necesitan parches.
3 de noviembre de 2023
Acercarte a medio siglo de existencia te ha brindado muchos aprendizajes. Da igual lo que hayas hecho o cómo hayas vivido cada uno de esos años.
Los más valiosos han sido definidos por emociones profundas, más o menos dolorosas. Pero en todos y cada uno de los casos ha merecido la pena por lo que representan hoy y cómo condicionan el mañana.
Algunos ejemplos:
Desarrolla tus habilidades personales e interpersonales. Representan tu mejor activo (con gran diferencia) para mejorar tu experiencia vivencial.
Jamás traiciones la confianza de quien confía en ti. No de quien lo dice, sino de quien puedes sentir que lo hace. Te equivocarás, y aprenderás a equivocarte menos.
Implícate en lo que haces. La retirada a tiempo es una victoria, pero sin conocer el coste del esfuerzo y la constancia, y sin sentir el dolor del fracaso, jamás construirás algo que merezca la pena.
Define quién eres. Sin saberlo solamente vagarás sin rumbo. Invierte en descubrir el mundo, pero invierte más en descubrirte a ti.
Jamás traiciones tus valores por un proyecto. Por apasionante que sea, por infinita ilusión que te haga. No es para ti tal como está concebido.
Enorgullécete de ser quien eres. Se precisan años y millones de pequeñas experiencias para llegar a donde estás. No renuncies a ninguna. Nadie puede ser tú, salvo si tú te empeñas en ser ellos antes.
Jamás antepongas el dinero. La codicia representa la madre de las insatisfacciones y aparta tu vista de lo que realmente importa. El dinero solamente puede mejorar lo que existe, nunca crearlo.
Confía primero. Te harán daño, pero solamente así descubrirás a personas en quienes confiar. Cada una de ellas vale más que cien fracasos.
Expón aquello en lo que crees, con medida y en contexto. No todos somos para todos, nos organizamos en manadas. Y solamente encontrarás la tuya siendo una persona honesta.
Pide ayuda. El orgullo te impide crecer y demostrar a las personas que te aprecian que las necesitas. Necesitar al resto y mostrárselo es un acto de generosidad, les abre las puertas para atreverse a hacer lo mismo.
Si buscas una línea común, encontrarás que todo lo mejor se encuentra asociado a todo lo peor. Los aprendizajes que más profundamente marcan siempre implican esfuerzo, dedicación o dolor. Y además lo merecen.
2 de noviembre de 2023
Algunas personas se interesaron ayer, tras leer mi publicación y ver mi página web, por saber acerca del salto desde mi anterior ocupación laboral a lo que hago actualmente. La respuesta es sencilla: simplemente lo di.
Habrás leído por ahí que quien quiere hacer algo busca el modo y el resto busca excusas. Y en mi opinión tiene mucho de cierto.
Varias me escriben acerca de la incertidumbre, del riesgo y de la responsabilidad. De lo que representa tener una familia y una red de seguridad tan pequeña que podría no detener la caída. Así es, todo eso existe. Y está ahí.
¿Hay respuestas para todas estas cuestiones? Las hay.
El cambio genera tensión y conlleva riesgo. Si no estás dispuesto a tolerar su presencia, probablemente sea mejor descartar la opción por ahora.
Las redes de seguridad pueden crearse y ampliarse. Ahorra para crearla y hacerla crecer lo suficiente para que el riesgo sea admisible. Si visualizar el cambio que deseas generar no te aporta el aliento suficiente para trabajar duro y crear la oportunidad, probablemente también sea un buen momento para descartar la opción.
Si llevas años esperando la oportunidad, inmóvil, probablemente tengas otro indicador más para descartarla. El riesgo y la tensión no desaparecerán. Están ahí cuando los ves y cuando no.
Están ahora, mientras haces algo que no deseas hacer y sueñas con hacer algo que no haces. Y estarán más tarde, cuando trates de abrirte paso entre un sinfín de circunstancias que no puedas controlar y entorpecen tu camino.
Todo se basa en tomar una decisión para crear la oportunidad.
Resulta absurdo viajar con una mochila cargada de insatisfacción, miedos y frustración. Tomar una decisión permite comenzar a construir. Incluso cuando dices no, te permite vaciarla e iniciar un nuevo viaje.
La vida es como una escalera. Sentirás el riesgo y la tensión para subir cada escalón, pero luego podrás detenerte por un momento en tu nueva zona de confort. Sin riesgo y tensión no existe evolución ascendente. No existen satisfacción, realización y bienestar. Y demasiado tiempo sin ellos te invita a descender de nuevo, a buscar la zona más segura de todas.
En realidad todo se reduce a percepciones. Si le preguntas a un conjunto de personas si resulta más arriesgado volar a Paris o, una vez allí, tomar un taxi hasta tu hotel, la mayor parte de ellas te dirán que coger un avión es más arriesgado. Sin embargo las estadísticas son claras: es todo lo contrario.
Nuestra percepción del riesgo cero nos invita a ponernos en una fila y hacer lo que nos digan que debemos hacer. Pero solamente es una percepción, porque muy pronto habrá quien haga eso más rápido, barato y mejor.
Sentir la tensión nos invita a permanecer en una zona de confort que nos impide avanzar. Resulta arriesgado enfrentarse a lo nuevo y, sobre todo, responsabilizarse de lo que ocurra.
Pero el riesgo existe en muchas formas. Y el más elevado es el que asumes para tratar de evitarlo.
1 de noviembre de 2023