Una nueva publicación destacada cada semana.
Porque cuanto mejor lo hagas, menos personas deberían saberlo. Porque te esfuerzas para que se alcancen grandes éxitos individuales y colectivos que llevan tu marca pero no tu foto, y porque la excelencia en aquello en lo que crees requiere poner mucha atención en demasiadas direcciones. Mucha gente busca medallas, y mucha las obtiene. Y tú sigues ahí, viendo cómo se reparten. Con entereza y orgullo, porque aunque no te toque ninguna sabes que muchas comenzaron a forjarse en tu taller. Tu posición no es incompatible con recibirlas, pero tu propósito está un paso más cerca cuando se las entregan a otros. Como esas madres anónimas que se han enfrentado a mil y una dificultades y han conseguido hacer cosas increíbles con su rebaño. Aunque resultes invisible para muchas personas, cada vez hay más que saben que existes. Que saben que renuncias a mucho para evitar las interferencias que podrían sacarte de tu juego, y que aprenden contigo que nosotros muchas veces está por delante de yo. No se trata de saberlo, sino de tener la valentía de hacerlo. Todo el mundo quiere la etiqueta pero casi nadie quiere pagar para llevarla con orgullo. Te mereces un homenaje. Uno en forma de gratitud por lo que mundo gana cuando haces lo que haces. Aquí está el mío.Líder, tu trabajo es ingrato
P.S.: Si te ha gustado, puedes suscribirte para recibir cada día una publicación como esta en tu bandeja de entrada.
Sin spam. Nunca. Promesa.
¿Quieres ir a la página principal?