Es eso que obtienes a cambio de esperar demasiado. Cuando algo ha sido demasiado repetido y sus resultados están confirmados.
Si sueltas un vaso en el aire, tienes la certeza de que caerá. Y también sabes que es más que probable que estalle en pedazos al impactar contra el suelo.
Quieres saber que cuando pises el freno de tu coche se detendrá. Sin confianza en que ocurra probablemente jamás cogerás velocidad.
La espera compra seguridad.
Y entonces la clave está en elegir cuidadosamente… porque cuando se trata de crear algo, más espera, confianza y seguridad implican que ya todo el mundo lo conoce.