Hay muchos, de cada uno de ellos. Y la mayoría te dicen qué hacer. Algunos incluso te dicen cómo, con sus cinco, siete o diez pasos mágicos en secuencia.
En algunas situaciones podría venirte muy bien. Eso te resultará útil cuando vayas a enfrentarte a Photoshop por primera vez. Pero para cosas más importantes, tal vez ayuden más los que plantean preguntas.
Cuando cualquier idiota puede seguir los pasos, no pueden resolver nada tan difícil. Por eso son para «todo el mundo».
Pero las preguntas son diferentes. Llevan a la parte difícil, y desatan un proceso creativo que va mucho más allá. Por eso las personas inteligentes las buscan, y las más inteligentes aún las encuentran incluso donde no estaban.