A nadie le gustaría ver que algo que ha luchado por edificar arde.
Pero cuando eso ocurre y se hace necesario construir desde cero, no tiene sentido tratar de replicar exactamente lo mismo. Puede hacerse mejor. Renovado, actual, algo que refleje los nuevos aprendizajes, las nuevas condiciones y el camino recorrido hasta la fecha.
En ocasiones, el resultado paga con creces el trauma.
Quizá no hubiera sido necesario fuego para eso. Podría haber sido simplemente tu opción. La cuestión es: cuando nada te empuja con fuerza, ¿te mueves igualmente o esperas a que arda?