Un litro de aceite Oleoestepa tiene un precio. En un lugar podría ser de X y en otro de X-€1. Seguiría siendo el mismo litro de aceite. Las causas podrían ser muchas: más intermediarios, promociones puntuales o el público objetivo al que se dirija ese comercio en concreto. Pero independientemente de ellas, seguirá siendo el mismo litro de aceite (por cierto, te lo recomiendo).
El valor es algo muy diferente. Una parte del mismo guarda relación con determinadas características implícitas al producto, y otra con la percepción de esas y otras por parte del consumidor.
La mezcla entre precio y valor es lo que puede llevar a determinada persona a no comprar, a comprar a un precio X o a comprar aunque el precio sea de X+€3.
El precio es una variable secundaria. Existe un tipo de público que añade mucho más precio que valor a su mezcla y casi con total seguridad es el público que no te conviene. Para el resto, el ingrediente fundamental de su mezcla es el valor. Y para ti, casi siempre tendrá más sentido trabajar sobre cómo lo que entregas determina el valor que perciben antes de abordar una bajada de precios porque, además, bajar precios casi siempre genera un impacto negativo sobre la percepción de valor.