Demasiado equipaje

A muchas personas les pesa la vida. Se nota en cómo se comportan. Es lógico, llevan demasiado equipaje y cuando eso ocurre cada paso cuesta.

Los peregrinos que han pasado por el Camino de Santiago lo saben bien. Hay ocasiones en que incluso los cordones de las botas pesan. Por eso algunos van ligeros de equipaje y otros se arrastran a media jornada.

Cuando el equipaje pesa tienes que reducirlo para seguir avanzando.

En el Camino es fácil ver todo lo que hay y elegir qué sobra. En la vida es mucho más complejo. Pero también es mucho más larga, y dura para recorrerla a rastras…

O no.

Cada cuál sabe qué está dispuesto a soltar.