CEO

Según la R.A.E.:
Aunque su uso es muy frecuente en el ámbito empresarial, la sigla «CEO» es inglesa (de «chief executive officer»), por lo que resulta preferible el uso de los equivalentes españoles «director general», «gerente general» o «presidente ejecutivo».

Está en todas partes.

Resulta evidente que Juan, autónomo sin empleados y propietario de Calzados Juan, es quien toma todas las decisiones allí. Sin anglicismos, son poco necesarios en una zapatería de barrio en Sevilla.

La mayor parte de personas dirían que en esas circunstancias tiene poco poder. La realidad es que lo tiene todo. Desde luego mucho más, en su ámbito, que el CEO de una empresa internacional que ve condicionadas sus decisiones por un comité ejecutivo y una larga lista de inversores. Ocurre porque se confunde poder real (libertad de movimiento) con poder percibido (posición en una escala de mando en que todas las personas están sometidas, de un modo u otro).

Tanto Juan como el CEO de una gran corporación son necesarios.

Pero liderar solamente comienza cuando asumes cuánto mandas y es exactamente lo que has decidido mandar. Hasta ese momento tus acciones van encaminadas a otra cosa, que es agradar a quien tiene la capacidad de ascenderte, mantenerte o eliminarte de tu posición.

El poder comienza por una situación mental. La humildad es un buen lugar para comenzar y, sin embargo, es uno por el que casi nadie quiere hacerlo.