Cuánto vale, cuánto cuesta. Es una regla sencilla que en la práctica da lugar a mucha confusión.
Cuando no hay venta la mayoría mira al precio, que solamente representa el coste. Es el modo fácil para tratar de invertir la balanza. Solamente tratarlo.
Sin tener en cuenta el valor, siempre valdrá poco. Y siempre costará mucho.