Todo puede mejorarse. Cuando pones en marcha un plan puedes dedicarte a observar, medir y afinar. Introducir pequeños cambios que cada día lo conviertan en un poco mejor de lo que era ayer.

Esto no aplica cuando no funciona. Cuando eso ocurre es necesario un cambio de estrategia. Sin embargo, muchas personas hacen lo mismo pero un poco más suave, o más fuerte. Más rápido, más lento o azul en lugar de rojo. Casi nunca un simple ajuste lo cambia todo.