En realidad todos son buenos. Los buenos te ayudan a mantener tu línea de acción, te motivan para seguir en forma. Los malos te ayudan a detectar puntos de mejora, y si los aprovechas podrás recibir más de los primeros.
La distinción es otra. Acostumbramos a llamar malos comentarios a la crítica cuando la crítica es buena. Cualquier comentario constructivo, bueno o malo, resulta beneficioso. Es el comentario destructivo el que realmente es malo.
En muchas ocasiones utilizamos términos buscando la facilidad de expresión y pensando que son bien interpretados dentro de su contexto. Y no siempre es así. Si le preguntas a varias personas qué entienden por un mal comentario lo comprobarás.