Ayer estuvimos comiendo arroz con pitu en El Pintu Llaviana con unos amigos. No está en la carta, si quieres ir a probarlo necesitarás llamar antes. Y desde luego esta no es una opción segura de esas que elegirían los turistas.
Los turistas le preguntarían a Google, que les enviaría allá donde van todo el resto de turistas. O le preguntarían a alguien qué suele hacer la gente aquí en lugar de qué podría hacer que no olvide. En ocasiones no toda la culpa es suya, porque determinadas personas darían la misma respuesta a ambas preguntas.
Pero con seguridad no terminarían en un pueblo donde cualquier desconocido bromea contigo por la calle a sabiendas de que no eres de la zona. O donde tras dudar con el resto del grupo si pedir croquetas o un delicioso pulpo con boletus y crema de patata como entrante para terminar pidiendo este último, te traigan una ración de croquetas cortesía de la casa mientras preparan el pulpo. Incluso donde te atienden con una cortesía exquisita y ese acento y lenguaje autóctono al mismo tiempo, porque la gente que hay allí es de allí.
La opción segura se encuentra en otro tipo de lugares. Esos en que necesitas esperar una hora por una mesa y en que resulta materialmente imposible que el personal pueda atenderte correctamente porque tienen asignada una cantidad ingente de mesas. Esos en que hay un montón de gente de todas partes. Es la opción segura porque es donde acude la manada.
Lo que resulta realmente seguro es que si acudes a donde acude todo el mundo, verás lo que ve todo el mundo. Si haces lo que todo el mundo experimentarás algo similar a lo que experimenta todo el mundo. Y si le consultas a Google o ChatGPT te devolverán respuestas para todo el mundo. Lo que es para todo el mundo te aporta seguridad, porque si haces algo diferente y fracasas parecerás un idiota y podrías exponerte al vergonzoso te lo dije.
Seguro que sabes que, en el fondo, no me refiero al pueblo, al Pintu Llaviana ni al arroz con pitu. Deberías pasarte si tienes la oportunidad, ninguna de esas cosas va a defraudarte. Pero hay más. Si la opción segura te resulta poco atractiva podrías ir a los lugares donde casi nadie va, pensar del modo en que casi nadie piensa y hacer aquello que casi nadie hace. Y prepararte para descubrir cosas fantásticas que casi nadie descubre.