El juego de la abundancia

Existe quien tiene pantallas y pantallas de aplicaciones en su teléfono móvil. Y quien podría pasarse horas haciendo scroll en la lista de aplicaciones de su ordenador. Incluso quien piensa que si ofrece 25 servicios diferentes incrementa exponencialmente su capacidad para hacer negocio. Representa uno de los modos de jugar con la abundancia.

Otras personas prefieren adaptarse a lo imprescindible. Una nueva aplicación cobra sentido cuando la utilizas, y utilizarla conlleva un nuevo trabajo. Una nueva responsabilidad y una nueva opción que reclama su lugar entre todo el gran universo de opciones que has creado. Un nuevo servicio diluye la atención del consumidor y contribuye a facilitar que se produzcan indecisión y parálisis por análisis. Menos opciones suponen más atención para cada una de ellas, y representa otro modo más de jugar con la abundancia.

Más tareas representan abundancia de cosas para hacer, de compromisos y de ocupación. Menos tareas, abundancia de tiempo para reflexionar, para el ocio y para compartir con las personas que te importan. Se trata de un juego en que en todas las ocasiones existe una balanza que se descompensa fácilmente. Ningún problema con que se vea descompensada, siempre que lo haga hacia el lado que realmente quieres que lo haga.