Las herramientas diseñadas para facilitar que las personas en las organizaciones sean más productivas terminan, en muchas ocasiones, por distraerlas. O eso dicen.
Tal vez estaría bien aportar indicaciones para evitar que esto ocurra. O, mejor aún, facilitar que dispongan de un criterio efectivo que las ayude a determinar qué sí, qué no, y cuándo qué. Por ejemplo, así.