Perfeccionismo es procrastinación

Lo miras, lo revisas, lo compruebas una vez más. Y otra. Esperas para darle otro toque mientras muchas otras cosas esperan que se lo des para ver si, por fin, decides prestarles atención.

Pero no lo haces. La realidad es que quieres entregar un buen trabajo y por eso le das tantas vueltas. Y tan real como eso es que disfrutas evadiendo el trabajo duro, el primero, el de crear en lugar de pulir. Pulir te gusta más, es más relajado.

Pero en el fondo sabes que el perfeccionismo es un modo más de procrastinar, de evitar hacer lo que sabes que tienes que hacer. Es una disculpa que te ayuda a justificarte, a mantener tu atención en algo para no prestársela a otra cosa.

Pero ya está bien. Bien es suficiente en la mayor parte de ocasiones. No dudes, otras cosas esperan.