Optimizar la conexión

¿Qué te ata a tu smartphone? ¿Y a tu ordenador, gadgets tecnológicos, pequeños objetos de culto? ¿Y a tu pareja? ¿A tus hijos, tus amigos, tu ropa?

Mantienes una conexión emocional con todas esas cosas o personas, al menos con la mayoría, y probablemente nunca has aprendido a optimizarla.

En lo que se refiere a cosas o personas, la conexión ideal consiste en amarrar lo justo y dejar ir cuando es necesario. Las cosas nos sirven y carece de toda lógica que seamos nosotros quienes dependamos de ellas. Las personas se aman y cuidan, permitiendo la libertad necesaria para que la reciprocidad sea voluntaria.

Todo se basa en aprender a optimizar conscientemente las relaciones. Y puedes comenzar por preguntarte que te aportan tus diferentes sentimientos hacia ellas.