La pregunta adecuada para ese momento

Siempre existe la pregunta adecuada para cada momento. Responder es importante, pero como pasa en muchas áreas de nuestra ajetreada vida ponemos poco interés en algo extremadamente importante: los preliminares.

Es habitual poner toda la carne en el asador para encontrar grandes respuestas antes de haberse planteado la gran importancia que tiene la pregunta. Y responder exquisitamente bien la pregunta inadecuada puede llevarte por la senda incorrecta.

Además de encontrar esa gran pregunta para cada situación específica, existe una pregunta comodín excelente para hacerse tras haber respondido la primera: ¿Cuál es el coste de equivocarme?

Tal vez si estableces la norma de no saltártela y de responderla con propiedad te evite llegar a situaciones en las no querrías verte. Pero cuidado, no permitas que su respuesta te paralice. Existe diferencia entre actuar sin pensar, y pensar sin actuar.