Qué ocurre con los muros ante el ruido

A medida que sigues levantando más y más esos muros, el ruido va decreciendo. Pero sigue llegando, es imposible de detener por completo.

Lo que ocurre cuando tratas de mantenerlo al margen es que otros aspectos cobran mucho más sentido para ti. Aquellos más cercanos, más íntimos y más confiables. Te reconfortan, porque ahora existe un  mayor espacio en tu mundo para recibirlos.

Y vuelve a crearse un espacio en que te alimentas de lo que está dentro y no fuera de esos muros. Es lo que importa.

Fortifica esos muros y sigue elevándolos. Deja una puerta para permitir la entrada de algo eventual, pero jamás permitas que se derrumben. Lo que está fuera distrae de lo que está dentro.