Hay más información que nunca, se expande más rápido y se pierde más que nunca sin que nadie le preste atención.
Hay más personas, más decisiones pendientes y más oportunidades perdidas. Más webs, más redes sociales y más podcasts.
También más estrés, más prisa y más frustración. Hay más de todo que nunca.
De todo menos de calma, reflexión y seguridad. Y solamente ocurre porque casi nadie las elige.
La mayoría de cosas simplemente aparecen en tu mundo pero unas pocas, las más valiosas, necesitas crearlas. En tiempos de abundancia es más fácil quedarse con lo que viene dado.