¿Qué ocurre al final?

Muchas personas detestan siquiera pensar en el hecho de trabajar su efectividad porque lo relacionan con hacer más cosas.

Otras, lo descartan por el mero hecho de pensar que, hoy por hoy, son capaces de llevar adelante lo que tienen y no lo necesitan.

También existen casos en que se relaciona trabajar una competencia como la efectividad personal con trabajar más duro.

En realidad, ninguna de esas ideas preconcebidas son ciertas en su totalidad.

Al final, no se trata de hacer más cosas. Ni de invertir menos tiempo en hacerlas, ni de trabajar más. Ni siquiera de hacer mejores cosas o aquellas que más te beneficia hacer.

Algunas de esas afirmaciones se encuentran totalmente sesgadas. Y otras, aunque tienen mucho de cierto, representan solamente hitos de paso. Ninguna de ellas describe en su amplitud qué obtendrás a través de tu trabajo y compromiso en este sentido.

Lo que ocurre al final, lo que es realmente representativo y común a cualquiera, es que te sientes mejor.

Para algunas personas esto puede significar disponer de más tiempo libre, para otras obtener mejores resultados profesionales y para otras simplemente sentir que tienen bajo control todo aquello que llevan entre manos. Y existen más tipos de personas y más tipos de beneficios. Pero todo confluye en un mismo lugar: te sientes mejor.

Y eso sí merece la pena para cualquier tipo de persona. Incluso para ti.