En el envío llevado a cabo ayer desde la lista del arcMBA se hablaba a las personas registradas sobre la pirámide de aprendizaje de Edgar Dale. Hoy quiero mostrártela y compartir contigo en algo más de detalle.
Como puedes ver en la imagen, existen una serie de estratos. La pirámide trata de representar el peso o protagonismo de las actividades que se describen en su margen derecho en lo que respecta al aprendizaje y la captación o retención de información. Al margen de que la cuantificación pueda llegar a ser más o menos rigurosa, como ves escuchar (un discurso o ponencia, por ejemplo) tiene un escaso peso frente a tener una conversación con otra u otras personas respecto a esa temática, practicar activamente o tratar de enseñar a otras personas.
Esta información está ya plenamente extendida y es socialmente aceptada. Existen cientos de referencias a ella, como esa extendida frase de si quieres aprender, enseña.
Sin embargo, a nivel global seguimos depositando nuestra confianza en escuchar, leer o ver sin más. Por supuesto existe una explicación: son modelos de bajo coste en recursos.
Lo que ocurre es que el bajo coste en recursos generalmente produce resultados pobres. Y eso quiere decir que, salvo que cubran la necesidad que se pretende cubrir, se trata de una mala inversión.
Hemos crecido. Los jóvenes de hace cuatro días somos algo menos jóvenes hoy. Hemos visto a la tecnología cambiar el mundo hasta extremos que hace relativamente pocos años no imaginábamos, y se auguran grandes cambios en un futuro muy próximo. Hemos probado cosas y adquirido experiencia haciéndolo. Pero seguimos, en ciertos aspectos, comportándonos al margen de fundamentos de hace décadas que encierran una gran lógica.
Nos falta mucho por saber, pero seguimos sin aplicar mucho de lo que sí sabemos. El cómo aprender es uno de los aspectos en que necesitamos hacerlo. Y ese cono de Edgar Dale encierra información que deberíamos examinar mejor y, sobre todo, tener en cuenta.
P.S. [21/02/23 10:00]: A raíz de esta entrada, una persona cercana ha compartido conmigo este excelente hilo de Héctor Ruiz. Confirma aspectos que ya intuitivamente, sin ser un gran experto en la materia como es Héctor, hacen saltar las alarmas (como el de los porcentajes atribuidos a cada uno de los estratos del gráfico) y una imagen original del cono de Dale. No cambia la opinión —no basada en evidencias científicas— que he querido compartir contigo a través de esta entrada, pero sí pone en su lugar muchos datos derivados del gráfico de la pirámide que te conducirán hacia una visión mucho más cercana a la realidad de lo que representa.