¿Te has fijado?

Cada vez que te enfrentas a algo que esperabas desde hace tiempo, que puede suponer un beneficio muy relevante o sacarte de algún apuro realmente trascendente, funcionas de otro modo.

Un modo diferente al que caracterizan la confianza, seguridad o incluso intrascendencia.

Todo cuesta más, impone más y abruma más. Nada de eso parte de la situación, sino de ti.

Entonces, hay muchas estrategias que podrías adoptar. Y quizá la más rápida e indolora sea mover unas cuantas posiciones el selector desde la trascendencia hacia la irrelevancia.

Cuando una oportunidad desaparece, otras aparecen. Y si la presión y el miedo desaparecen puedes entregar algo mucho mejor.