No existe nada mejor que una persona esperando aprender. Se trata de una actitud que imprime un aura atípico a todo lo que la rodea.
Lo has notado, dentro y fuera.
- Dentro: cuando algo te interesa te mantienes en una posición de alerta que, lejos de incomodarte, se asemeja a la de un niño en la mañana de Reyes. El tiempo tiende a desaparecer y solo existe eso en que tienes depositada tu atención.
- Fuera: cuando te dispones a decir algo y una persona lo espera, ha depositado su confianza en que lo que tienes que decir es valioso para ella. Lo notas, te reconforta y te empodera, facilita que entregues algo que vale simplemente porque alguien cree que lo hace.
Para muchas personas consiste en una situación transitoria. Pero algunas han hecho de ella una actitud de vida. Se encuentran esperando aprender en cada momento y situación, porque para ellas todo puede ser valioso. Y casi siempre llega a serlo, simplemente porque están predispuestas a que así sea.
Nada es lo que es, sino lo que quieras que sea.