La cuestión principal es si tienes algo que decir que merece que alguien lea, escuche o vea.
Y resulta que algo que alguien pueda querer leer, escuchar o ver es una propuesta tan abierta, que es casi imposible que no lo tengas.
A partir de ahí, simplemente necesitas añadir el medio adecuado. Uno que encaje con tu mensaje.
¿Quieres iniciar un blog? Dicen por ahí que están muertos, pero no es cierto (del todo).
¿Quizá un podcast? La mayor parte de la gente te dirá que es mejor idea.
¿Un canal en YouTube, un perfil en Instagram o una cuenta para publicar en TikTok? Podría ser mejor aún.
El silencio llama al silencio. Solamente cuando envías tu mensaje se producen reacciones, y solamente las reacciones encadenadas generan relaciones.