Lo que parece y lo que es

Ayer estuve en un pequeño centro comercial que resultó no ser pequeño. Lo que algo parece puede resultar muy diferente de lo que parece un momento después.

Desde la calle parecía tratarse de un bajo comercial, en un edificio junto a otros locales y multitud de viviendas encima.

La cuestión es que me llamó la atención que aparentase pequeño, perteneciendo a una conocida cadena que se caracteriza por ofrecer unas instalaciones grandes y majestuosas. Así que entré para satisfacer mi curiosidad.

Apenas lo hice, ya pude apreciar que era mucho más grande de lo que parecía desde fuera. Pero al avanzar varios metros por un pasillo, el espacio se abrió dejando ver que existían varias plantas hacia abajo (sótano). Escaleras mecánicas, ascensores… lo habitual en este tipo de lugares.

Entonces todo encajó. Pero durante un momento, desde fuera, jamás hubiera creído encontrar lo que en realidad había dentro.

La pregunta de hoy es: ¿Cuántas veces te has quedado a las puertas y debieras haber entrado? ¿Cuántas veces te has fiado de lo que parece y ha resultado diferente de lo que es?

Te ocurre cotidianamente, y solamente si te detienes por un momento y dedicas algo de atención a investigarlo con un poco de profundidad consigues que parezca algo totalmente diferente. Un poco de atención, solamente eso.