Hacer lo que te corresponde

Aprender a delegar es necesario para que un pequeño negocio sea escalable. Muchas personas no aprenden hasta que tienen un problema, y en ocasiones, cuando comienzan a hacerlo cometen otro.

Para que eso no ocurra, es necesario tener claridad sobre qué esperas de tu negocio y, sobre todo, qué espera tu cliente de tu negocio. Sobre hasta dónde necesitas que sea escalable, y sobre cuál es el modo óptimo de repartir tu atención.

Las respuestas no son las mismas para todo el mundo, pero han de existir para mantener lejos los problemas.

Si tu audiencia quiere hablar contigo, es contigo con quien quiere hablar. Si es demasiado grande, crea un embudo para que llegue quien esté dispuesto a hacerlo. Y si no lo es, quizá atenderles sea una de las mejores cosas que puedas hacer.