Optimismo y pesimismo son dos caras de una misma moneda. Si bien es cierto que el primero es necesario para asumir riesgos e iniciar camino, sin la objetividad que aporta el segundo el desastre está garantizado.
Tan inadecuada es la postura pesimista que no logra encontrar el optimismo como la optimista que pretende prescindir del pesimismo.
Por muy agradable que aparente irse a uno de los extremos ignorando y desvirtuando el otro —muy extendido en nuestros días—, la realidad es que la respuesta siempre se encuentra en el balance.
Ambos, optimistas y pesimistas contribuyen a la sociedad. El optimista inventa el avión, el pesimista el paracaídas. — George Bernard Shaw