Pensarlo es fácil, hacerlo es difícil

No necesitas darle más vueltas. Ni esconderlo para evitar que otra persona pueda llevárselo, criticarlo o vendérselo al resto.

Pensarlo es relativamente fácil, lo difícil es ponerte en marcha y llevarlo a la práctica. Incluso para vender tu idea, necesitas demostrar que funciona.

Así que otra vuelta es postergar lo que realmente aporta. Si vas a hacerlo, comienza ahora.