Medir el progreso

Es una de esas cosas que se mide de un modo muy diferente al que esperarías, y al modo en que se miden muchas otras. Porque medir el progreso en tu vida, en términos generales, tiene poco que ver con revisar la lista de lo que has tachado.

En realidad, el progreso en tu vida se mide mucho mejor mirando hacia adelante. A dónde te diriges y dónde estas ahora. Tus sensaciones sobre tus frentes abiertos y la salud de la que gozan. Qué ha funcionado y cómo conseguir que funcione de nuevo para ayudarte a avanzar aún más.

Y todo ello requiere de formular preguntas incómodas, y sobre todo responderlas. Una de ellas es preguntarte qué te falta y cómo introducirlo en tu vida, porque en ocasiones no se trata únicamente de comprobar cómo avanza todo. Quizá ese todo no sea todo realmente.