Podría parecer igual pero es muy diferente, aunque el resultado pueda ser el mismo.
Cuando compruebas que algo ha salido mal, es posible que eches la vista atrás tratando de comprobar qué ha ocurrido. El resultado de un problema matemático puede ser erróneo a causa de un error de concepto, o simplemente porque erraste en una sencilla suma.
Verificar si estabas equivocado o si te has confundido es crucial para evitar que el desastre se repita. Si estabas equivocado y no pones solución, siempre te equivocarás. Pero si te has confundido solamente necesitarás poner más atención.