Muchas entradas en este blog, muchas ideas que dan vueltas en tu cabeza y muchas cosas que ocurren cada día te invitan a reflexionar sobre tu vida, sobre qué quieres y sobre qué hacer al respecto.
Pero nada de ello tiene utilidad sin una condición previa. Una cuestión cuya respuesta ha de ser necesariamente «sí»: ¿Tienes las agallas suficientes para mostrarte tal cual eres, para afrontar la existencia de la imperfección en cada una de las piezas que te componen y para admitir lo que está fuera de lugar dentro de ti?
Admitir la vulnerabilidad requiere agallas. Pero no es más vulnerable quien admite serlo, sino quien teme más que ninguna otra cosa descubrirse. El mundo solamente estará listo para ayudarte a cambiar cuando tú lo estés. Todo comienza dentro, y todo lo importante es dentro donde ocurre.