Ideas contradictorias

Cuántas ideas contradictorias. Arranca. Ponte en marcha. Frena. Se avanza haciendo. Para. Prisa mata. Piensa antes de hacer.

Pero en realidad, no son contradictorias. Ninguna de ellas lo es. Ni contradictorias, ni mutuamente excluyentes. Se complementan.

Tú sabes cuando algo es urgente. Y sabes cuando no lo es. También sabes cuando algo es importante. Y que sea importante no lo convierte en urgente si atiendes a la responsabilidad de tratarlo como lo que es: importante.

Es la falta de información lo que hace que todo falle. Y una vez superada, es la falta de responsabilidad lo que hace que todo falle de nuevo, aún disponiendo de la información.

Si buscas esa información, si la obtienes, si atiendes a tu responsabilidad con tus compromisos, no necesitarás tratar de engañarte sin conseguirlo. Solamente necesitarás ser coherente.

¿Qué es más urgente, que saber qué es importante para ti? ¿Y qué es más importante, que aprender a comportarte de forma responsable con los compromisos que has adquirido?

La responsabilidad mantiene lo importante en el centro y lo urgente en mínimos. Quizá responsabilidad sea lo único que necesitas. Quizá pararte y pensar. Y quizá coherencia sea el término definitivo, ese que esconde todos los secretos para una vida plena.