Es tu elección

Todo el mundo tiene algo que decir. Pero cuando decirlo tiene un coste, la mayor de las personas dejan de estar interesadas y callan.

Probablemente se trate de que lo que tienen que decir no les parezca tan interesante. O quizá, aún pareciéndoselo, crean que alzar la voz no va compensar el coste de hacerlo.

Quien dice hablar, dice escribir, grabarse en vídeo o dibujar. Producir cuesta y publicar cuesta también.

Pablo tiene un blog. Un día tomó la decisión de ponerlo en marcha y compartir aquello que tiene que decir. Ha sido su elección.

¿Lo lee mucha gente? ¿Lo lee poca? ¿Qué retorno obtiene? ¿Cómo medirlo, si pudiera ser acumulativo? ¿Cómo y cuándo podría superarse el punto de inflexión?

A mí me interesa lo que tiene que decir, así que lo leo. Y disfruto haciéndolo. Es posible que haya poca gente a quien le interese lo que tiene que decir. También es posible que si lo descubren, sea mucha. Y que haya mucha más a quien no interese en absoluto, aún habiéndolo descubierto.

Pero una cosa es segura. Pablo tiene un blog. Él ha hecho su parte. La hace cada semana. El resto queda para ti. Tu elección. Si tienes algo que decir, tal vez podrías hacer lo mismo.