Hay personas que siempre están ahí, del lado de la minoría.
Hace bastantes años, el tatuaje fue su arte. Era el lugar donde estaban, la pasión que movía su creatividad.
Más tarde, el tatuaje se convirtió en mayoría y dejaron de estar a ese lado. Se movieron, de nuevo, a un lado minoritario. Con el paso del tiempo ocurrió lo mismo, y una vez más volvieron a desplazarse.
Solo hay que buscarles, ver dónde están, para confirmar cuál será el próximo lado mayoritario.
Hay quien piensa que los tatuajes no despertaban su pasión realmente. Ni el siguiente lugar en que se posicionaron. Simplemente buscaban un lado minoritario y permanecían en él hasta que dejaba de serlo. Es posible.
Pero existe otra posibilidad. Todo en mayoría cambia, deja de ser lo que era en minoría para convertirse en otra cosa. El mundo del tatuaje, previo a ser mayoritario, era diferente del mundo del tatuaje invadido por la mayoría.
Quizá su pasión sí se encontraba ahí, pero no en la capa superficial que todo el mundo percibe, sino en algo más profundo que solamente los early-adopters pueden sentir. Existe algo que se mueve y no se ve, simplemente se percibe.