Básicamente, existen tres actitudes:
- Correr a la máxima velocidad, sin volver jamás la vista atrás
- Correr a toda velocidad, volviendo la vista ocasionalmente para observar al resto del grupo
- Correr lo más rápido posible, pero manteniendo mayor atención en lo que viene detrás que en lo que hay por delante
En el primer caso, desestimas información que puede ser muy relevante. En el segundo, sacrificas algo para obtener algo. Y en el tercero solamente ganarás velocidad cuando estés por último.
Importa dónde estás. Importa dónde quieres estar. Importa para qué quieres estar ahí. Importa el entorno en que necesitas moverte e importa definir una estrategia de cambio.