Si tienes prisa, espera

En algunas ocasiones, podría no ser buena idea. Quizá si llegas tarde a una reunión, esperar no sea la mejor propuesta. Pero en la mayor parte de ellas, hacer una pausa cuando tienes prisa es la mejor de las opciones.

Esto ocurre porque la prisa es enemiga de las opciones correctas. Porque lo que urge puede ser innecesario. Y porque, simplemente, la prisa desaparece en muchas ocasiones cuando piensas al ritmo adecuado.

Incluso cuando corres con desesperación hacia tu reunión, podría haber una opción mejor que solamente la claridad de pensamiento desvela. Mantener la templanza en esos momentos marca la diferencia. No una diferencia, la diferencia.