El chofer y el pasajero

Este es uno de los aspectos en que Internet lo ha cambiado todo.

Hace años, un pasajero estaba perdido sin chofer. Los lugares a que debía viajar se encontraban a demasiada distancia. Tanta, que caminar no era una opción. Entonces necesitaba un chofer, y su elección para avanzar se reducía a encontrar uno que pudiera pagar.

Esto aplicaba a todo. Para destacar necesitaba un padrino, para publicar un libro una editorial y para ascender en la escala un promotor.

Los choferes marcaban las condiciones en un mundo dependiente de ellos. Y siempre existía la suficiente necesidad para que esa situación se mantuviese intacta.

Pero hoy, un pasajero puede ejercer de su propio chofer. No es sencillo, pero es posible. Hoy dispones de recursos que te facilitan avanzar sin más ayuda que la tuya, solamente atreviéndote. Tomando una decisión y comprometiéndote con ella.

Muchas cosas no han cambiado, pero una que es un auténtico game changer sí lo ha hecho. La imposibilidad ha desaparecido y las disculpas se han desvanecido. Ya no existe poder, existe querer.