Comunidades por el cambio

En la era en que vivimos, las posibilidades para crear comunidad se han ampliado hasta el infinito. Ya no existen restricciones. Las geográficas han caído y las lingüísticas lo están haciendo.

Pueden crearse —y se crean— comunidades de cualquier tipo. Con cualquier alcance, con cualquier objeto y bajo cualquier circunstancia. Para socializar, para aprender o para compartir.

Existe una premisa común a aquellas más cohesionadas. El cambio.

El cambio es, en muchas ocasiones, difícil. Y en casi todas poderoso. Una de las más increíbles características del cambio es que llama al cambio. Algo cambia, y su impacto sobre su entorno más inmediato produce cambio.

Solamente necesitas querer cambiar algo y decirlo en voz alta. Entonces aparecerán otras personas que también buscan ese tipo de cambio y podréis uniros para buscar el cambio juntas. Nada puede frenar un propósito real común.