No son palabras mías, son de Sam.
La idea de escribir un libro no es diferente a cualquier otra. Puedes tratar de forzar que algo específico y concreto ocurra, o puedes relajarte y centrarte en reforzar el propósito que impulsa esa idea. Tiene mucho que decir. Y se expresa en términos de resultados, no de formatos.
La magia se produce cuando necesita salir, no cuando quieres que salga.
Y cuando importa, la necesidad siempre termina por aparecer.