Lo que existe está por todas partes. A poco que levantes la vista, algo te lo recuerda. Aunque cierres los ojos, aunque evites tocar nada y aunque te pongas tapones en tus oídos. Tu propia mente se encuentra inundada por cosas que existen.

Algunas funcionan, otras no. Algunas se venden más, otras menos y otras nada. Pero están ahí, para hacerte la vida más fácil, para permitir que las mejores si puedes, o para servirte de inspiración. Su propia existencia marca un inicio que puedes aprovechar.

Lo que no existe, no está. No puedes verlo, oírlo, olerlo, tocarlo ni sentirlo de modo alguno. Pero alguien podría estar esperándolo.

Que alguien lo esté esperando también marca un inicio que puedes aprovechar. Solamente necesitas tener presente una pregunta en cada momento, y buscar su respuesta en cada acontecimiento. En todas partes existe la oportunidad, mirando del modo adecuado.