Estás buscando solucionar un problema, o cubrir algún tipo de carencia. Buscas fuera, porque es donde se encuentran tus mejores opciones. Y ahí fuera, existe un millón de alternativas que a priori resultan atractivas. A la mejor de ellas se llega poniendo una atención deliberada en ambos sentidos desde tu situación actual, antecedentes y estado deseado.

Es fantástico disponer de tantas alternativas, y es fantástico que tantas personas ansíen ofrecerte la suya. Sin embargo, lamentablemente un buen envoltorio no siempre acompaña a un buen resultado. Ni viceversa. Las estrategias que presentan tu problema, prometen solución, y tratan de posicionarla de diferentes modos invitando a la acción inmediata son simples estrategias.

Tu mejor opción se oculta tras el pensamiento. Tras el reposo, tras el cambio de perspectiva. Evita en lo posible las prisas y la elección instantánea. Puedes reservarte el espacio necesario para centrar tu atención de forma deliberada sobre ese asunto y decidir. Tomar el camino que deseas tomar y no el que la primera persona que llega desea que tomes. Es la estrategia definitiva.