Descentralizar

Las organizaciones, tal como las conocíamos, han muerto. O están muriendo. O quizá simplemente necesitan un tiempo para darse cuenta de que han muerto, mientras se apagan lentamente.

La cura se llama descentralizar. Pluralidad. Poder y gobernanza distribuidos. Quizá tenga algo que ver el hecho de que ese ownership tan codiciado por la cúspide piramidal no pueda sostenerse cuando no es real.

En real se convierte con un propósito alineado, con voz, y con cierto grado de libertad. Con sentimiento de pertenencia y con ilusión por el resultado. Con confianza en diferentes direcciones y sentidos. Con todo ello, no con algo de ello. Con que las personas lo sientan así.

Al entorno que facilita que todo ello ocurra se llega a través de descentralizar. Puede avanzarse de otro modo. Pero no competir contra ese modo.