El día pasa rápido. Y la semana. Incluso el mes. Dejar a tus hijos en el colegio, recogerles, el trabajo, recados, mantener mínimamente tu casa hasta que la vida te de un respiro. Y cuando te lo da, ponerte a recoger o limpiar es lo último que piensas en hacer. El tiempo se va, y una semana más. Y un mes más. Es posible que necesites:
- Parar, observar, evaluar
- Tomar decisiones
- Comprometerte con resultados
¿Qué te impide parar, observar y evaluar una situación? ¿Qué, tomar decisiones? ¿Tiempo, permiso, aprender a hacerlo? ¿Qué te impide cambiar algo cuyo estado actual te desagrada?
No es preciso desbaratar tu vida para introducir un cambio. Todo el mundo tiene el mismo tiempo. Dicen que es mejor pedir perdón que permiso. Si no sabes puedes aprender, y si tú no haces algo nadie lo hará. Si la vida avanza inalterable al margen de lo que hagas, no te estás haciendo oír.