Cambio de opinión

Pueden pedirte que cambies de opinión. Incluso aunque cedas, no cederás en realidad. Harás algo que va en contra de tu opinión para dar satisfacción a una petición, pero tu opinión no habrá cambiado.

Para que tu opinión cambie, alguna otra cosa tiene que cambiar antes. No cualquier cosa. Una con la suficiente entidad para suplir a la anterior. Con la suficiente fuerza para haber cambiado las condiciones o para que admitir el error merezca la pena.

Probablemente la otra parte lo sepa. Y si aún así le satisface que cambies lo que haces en contra de que hagas lo que piensas que deberías hacer, es posible que lo mejor que pudieras hacer es no hacer nada en absoluto.

O quizá sí. Es posible que, en ocasiones, alguien o algo que importe mucho pudiera merecer infidelidad a la opinión. Hay quien se equivoca pensando que lo hará y quien acierta pensando que jamás lo haría.