Mentalidad ganadora

Existen personas que inician una actividad con el único propósito de vivir de ella. Independientemente de que sea algo que les atraiga más o menos, aspiran a hacerlo lo suficientemente bien para que les permita dedicarse a tiempo completo y obtener un retorno suficiente. Su mentalidad les limita. Necesito vender ___, necesito producir ___ o necesito un retorno igual o superior a ___. Ponen sus sentidos en el mínimo viable.

Existen otras que sueñan a lo grande. Aspiran a producir un impacto que deje una huella imborrable en la historia. Crear algo que nadie pueda obviar. Su mentalidad les empuja. Necesito que en cualquier parte del mundo conozcan ___, que todo el mundo tenga un ___ en su casa o que ___ cree un impacto tal que nadie, jamás en lugar alguno, pueda obviarlo o cuestionarlo.

A menudo las personas con que me encuentro se aproximan a uno de esos dos extremos. Su entorno, sus necesidades o la ausencia de ellas, o determinados rasgos más marcados en su carácter les empujan con fuerza y sin que se den cuenta hacia ellos.

Sin embargo, la mentalidad ganadora, aquella con mayores probabilidades de éxito, se encuentra en algún punto equilibrado entre ambos. El ingrediente secreto se encuentra en el balance entre el realismo más puro, limitado e incluso algo pesimista, y el sueño más alocado que no conoce de los límites que la realidad impone. Analiza y amarra. O empuja. Permite que se mezclen, complementen y potencien. No te quedes solamente a un lado.