Has coincidido en el tiempo y espacio con personas que comparten contigo un camino. Das un paso al frente, tomas la decisión de remar activamente, colaborar a un avance colectivo que acerque al grupo a ese lugar al que presuntamente desea llegar. Liderar y brindar ayuda.
Pero en ocasiones, el tiempo pasa y las cosas no se hacen. O no se hacen como crees que deberían hacerse. No percibes avance.
Entonces, llega el momento en que tú y otras personas —que junto a ti dieron ese valiente paso— comenzáis a lamentaros y lanzar preguntas al aire: ¿Por qué no hay avance? ¿Qué está ocurriendo —por qué nada cambia—? ¿Por qué nadie nos ayuda? (¿Por qué no nos ayudáis?)
No hay respuesta. O tal vez sí. La misma pregunta es respuesta en sí misma: nadie ayuda porque no lideras el cambio.
Y esa respuesta no parece haberte hecho ver que haces las preguntas incorrectas. Se trata de preguntas cuya respuesta, en caso de existir, no resolverán nada. No son preguntas que faciliten el cambio.
En su lugar, hay preguntas mejores: ¿Alguien que sepa desarrollar una página web? ¿Alguien que sepa administrar nuestras redes sociales? ¿Alguien que sepa montar o administrar una comunidad en línea?
Preguntas mejores, y tal vez obtengas algunas respuestas. Pero siguen sin ser realmente buenas. Son respuestas a una hoja de ruta diseñada por no-se-sabe-quién (¿tal vez tú?) sin tener en cuenta pilares fundamentales.
La pregunta realmente buena es: ¿En qué destacas y de veras te gustaría hacer para contribuir?
Todo el mundo quiere hacer lo que le gusta, y en lo que es realmente bueno. Alguien que no sabía hacer nada útil, de pronto sabe hacer un café fantástico. Y quien diseña páginas web realmente buenas agradece un buen café. Le ayuda a recargar pilas. No hay labores irrelevantes, salvo las que nadie hace. Y no hay ayuda irrelevante, salvo la que nadie brinda.
Cuando los recursos no abundan, construye sobre ellos. Descúbrelos y facilita que sean ellos quienes tracen ruta, no al revés. Cambia el qué me gustaría hacer por el qué puedo hacer bien con lo que tengo. El resto llega.