Mostrar luz a quien se regodea en tinieblas

Seguro que en alguna ocasión lo has experimentado.

Te implicas pero nada cambia. Esperas abrir unos ojos que, a cada momento, cierran con más fuerza sus párpados. E ineludiblemente, antes o después, te frustras.

Esto ocurre porque tu enfoque es erróneo. Derrochas energía que no produce ningún valor.

No trabajes por mostrar luz, ni te esfuerces por atraer a nadie hacia ella. En su lugar, trabaja por mantener la luz viva. La luz destaca en la oscuridad, y quien quiera abandonar las tinieblas, se acercará a ella.