Cada cosa en su lugar

Es el secreto de la organización. Cada cosa en el lugar al que pertenece, y no en otro.

Cuando cada cosa está en su lugar no necesitarás estar buscándola en cada ocasión que la necesites. Esto implica ahorrar gran cantidad de recursos (búsquedas constantes) a través de la inversión de pocos (organizar cada cosa en el lugar a que pertenece). Es pura eficiencia.

Aún así, hay personas que se empeñan en eludir esta propuesta. Al menos, así lo demuestran con su comportamiento. Y casi siempre, su argumento se centra en que cuando necesitan algo, tardan poco en encontrarlo.

Pero incluso aunque el coste en tiempo pudiese llegar a ser equivalente en ambas situaciones (algo que ocurrirá en muy pocas ocasiones), hay más costes. Tomar algo de donde debe estar es un automatismo, mientras que tener que buscarlo no lo es.

No solamente se trata de tiempo, también se trata de energía. Valorar correctamente costes vs. beneficios implica tener en cuenta todos los costes, y todos los beneficios.