El propósito de una empresa, de una persona, de una agrupación, de un proyecto e incluso de una reunión, se construye, define o justifica a través de multitud de pequeñas piezas que encajan. A través de un puzzle tridimensional.
Todas esas pequeñas piezas existen en bruto en diferentes formas. Cubos, cilindros, conos, esferas, e incluso formas total y absolutamente irregulares que es necesario combinar en la formación de un todo.
Muchas empresas, personas y agrupaciones, invierten recursos tratando de definir algo a partir de una construcción imposible. La complejidad a la hora de crear una construcción a partir de esa amalgama heterogénea de piezas crece exponencialmente a cada pieza que suman.
Aún disponiendo de la pericia necesaria para conseguir ir avanzando en su construcción, su estabilidad será mínima. Nada encaja, los huecos entre piezas cada vez son más y más restando estabilidad al conjunto y abriendo la puerta al movimiento de cada pieza. Un movimiento que, siendo mínimo, será catastrófico y provocará que todo se derrumbe.
Se trata de una construcción abocada al fracaso. Y la solución que habitualmente se utiliza se asemeja mucho a utilizar algún tipo de cola o pegamento. Tratar de generar una consistencia forzada, artificial, para que lo que nunca debiera sostenerse consiga hacerlo, al menos por un tiempo. Invierten recursos y recursos en crear un puzzle tridimensional que no es tal, sino un montón de cosas unidas a la forma de forma arbitraria.
El gran secreto se encuentra en construir tu puzzle de forma adecuada. Pero desde el principio.
La empresa, la persona y la agrupación construyen las piezas con las que van a jugar. Tienen la capacidad de pulirlas, de definirlas mejor, o de modificarlas. Hacer esto correctamente, buscar puntos de encuentro y pulir inconsistencias resulta en unas piezas de caras pulidas en que, aunque cada una es diferente de la otra, encajan a la perfección. Resulta en obtener cubos.
Se comienza por ahí. Cuando tienes cubos, construir un puzzle tridimensional de la forma o tamaño que desees resulta terriblemente sencillo. Todo encaja sin impurezas que corrompen el resultado. Y es necesario comenzar desde el principio para que todo encaje.